Aborto libre, matrimonio homosexual, cambio de sexo sin tener siquiera que pasar por el quirófano… En España «se está experimentando la aplicación legislativa de la ideología de género», afirma doña Ángela Aparisi, Directora del I Congreso internacional sobre ideología de género, celebrado los pasados días del 9 al 11 de febrero, en la Universidad de Navarra.

Revista Alfa&Omega, “España, campo de pruebas. I Congreso internacional sobre ideología de género, en la Universidad de Navarra”, nº 725, febrero de 2012.

España «es el país en el que realmente se está experimentando la aplicación legislativa de la ideología de género. En estos momentos, muchas leyes en nuestro país poseen ciertos rasgos muy típicos de esta ideología», explica la Directora del I Congreso internacional de ideología de género, que se celebró en la Universidad de Navarra del 9 al 11 de febrero.
El magistrado de la Audiencia Nacional don José Luis Requero hizo un repaso de las principales leyes aprobadas en España impregnadas de esta ideología en los últimos años, entre las que citó:

- Ley orgánica 1/2004, contra la violencia de género: Refunde «muchas normas de carácter penal y procesal» que ya existían, pero lo realmente novedoso es su artículo 1, que «no describe un hecho, sino que parte de un planteamiento donde se presume siempre una intencionalidad», el machismo, en la violencia contra la mujer. Requero subrayó que el problema real de violencia contra la mujer es sólo parte de un problema más amplio, la invisibilidad de la violencia en el hogar, y denunció que centrar toda la atención en la mujer desprotege a otras personas vulnerables, como niños o ancianos. (sigue…)…
- Ley 13/2005, del matrimonio homosexual: Con la excusa de resolver problemas patrimoniales o sucesorios de las parejas homosexuales, se optó por cambiar la sustancia de una institución jurídica -el matrimonio-, eliminando su condición de unión entre un hombre y una mujer. Además, al permitir la adopción a personas homosexuales , «no sólo se daña al menor», sino también a los matrimonios, que, desde entonces, no pueden adoptar en algunos países, que temen que los niños enviados a España puedan acabar siendo adoptados por estas parejas.

- Ley Orgánica 2/2006, de Educación: Uno de los principales problemas de la LOE es la creación de la asignatura Educación para la ciudadanía. «A medida que uno va descendiendo» desde la ley hasta todas las demás normas que desarrollan esta asignatura, «se deja sentir expresamente el mandato de que la materia se enseñe desde la perspectiva de género».

- Ley 3/2007, de reforma del Registro Civil: Hizo posible inscribir en el Registro Civil un cambio de sexo, incluso sin operación quirúrgica alguna. «El derecho no puede legislar sobre deseos. Si yo, registralmente, puedo decidir ser hombre o mujer, ¿por qué no puedo cambiar la calificación de una finca?», se pregunta el magistrado.

- Ley Orgánica 2/2010, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo: Se permite abortar sin alegar motivo alguno, porque, para los ideólogos de género, «el aborto no es más que un ejercicio de autonomía de la mujer». Otro de los puntales de esta ley es la educación, ya que la ley del aborto refuerza la presencia de la perspectiva de género en la escuela y la introduce en la formación de los profesionales sanitarios.

Por otro lado, algunos Estatutos de Autonomía han asumido esta ideología en sus articulados. Acerca del reciente anteproyecto de Ley de igualdad de trato, don José Luis matiza que, «aunque también puede incluir ideología de género, su objetivo es más amplio: una vuelta de tuerca a unos postulados igualitaristas» que el Estado pretende imponer «en todos los aspectos de la vida privada de los ciudadanos».

Imposición a las conciencias.
Muchas de estas normas han tenido como consecuencia conflictos en torno a la objeción de conciencia del personal sanitario y administrativo (aborto), las familias (educación), y el personal judicial (matrimonio homosexual). En una comunicación sobre el tema, el abogado don César Moreno subrayó cómo la implantación de la ideología ‘de género’ ha tenido que convertir un derecho fundamental, como la objeción, en «una simple excepción» que el Estado tiene que permitir y regular. «En vez de que el Estado tenga que justificar una restricción a mi libertad, soy yo quien tiene que defenderla».
Don José Luis Requero reconoció también, sin embargo, algunos aspectos positivos de la legislación de los últimos años, como el hecho de que se preste una mayor atención a vigilar si cada proyecto legislativo tiene algún aspecto discriminatorio contra la mujer.
Hay solución
Hay que empezar a hacer algo para remediar el daño causado por esta ofensiva, advierte el magistrado. En primer lugar, hay «una serie de normas tan dañinas que hay que luchar por su derogación» inmediata, como la ley del aborto o del matrimonio homosexual. «Quien esté llamado a hacerlo debe tener valor. Tendrá a un sector grande de la sociedad enfrente, porque estas leyes se han vendido como progreso», y además las normas tienen un efecto pedagógico, van moldeando las conciencias. Pero hay que luchar, igual que si estuviéramos junto a «una central nuclear que contamina».
Pero hay otro grupo de leyes que es posible reconducir. Las conclusiones del Congreso apuestan por asumir los fines loables que dicen perseguir esas leyes, tales como la igualdad, y desposeerlos de su contaminación ideológica. Para avanzar hacia la igualdad, por ejemplo, es necesario «la adopción de prácticas más comprometidas con la defensa de la familia y seguir avanzando en la conciliación».
María Martínez López
Un proyecto mayor
El I Congreso internacional sobre ideología de género se enmarca dentro de un proyecto de investigación sobre este fenómeno, en el que llevan trabajando, desde hace ya tres años, once personas de distintos países y universidades. Su responsable es doña Ángela Aparisi, Directora del Congreso, quien explica que su finalidad es «intentar aportar luz sobre el tema de las relaciones sexo-género. Los estudios de género han aportado cosas muy positivas, pero bajo el término género también encontramos distintas nociones, y no todas positivas. La idea es ver hasta dónde podemos defender un modelo en el que sexo y género no estén radicalmente enfrentados, sino que se entienda que el ser humano es una unidad entre aspectos biológicos y culturales». Y reconoce: «El diálogo es muy difícil, pero posible si somos capaces de acoger lo positivo que pueda tener el otro». También la Universidad CEU San Pablo ha creado un grupo de investigación sobre ideología de género, que contó con varios representantes en el Congreso de Navarra.
El caso de Chile
Unos padres enfrentados por la custodia de sus hijas son los protagonistas de uno de los casos en los que más claro se ve el intento de los organismos internacionales por imponer la ideología de género a los Estados. La Corte Interamericana de Derechos Humanos tendrá que juzgar la denuncia interpuesta por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos contra Chile, al haber decidido su Corte Suprema devolver a un padre la custodia de sus hijas, otorgada por otras Cortes a la madre de las niñas, que convive con otra mujer. La madre recurrió ante la Comisión, que consideró que existía discriminación por orientación sexual, e hizo varias recomendaciones que Chile no cumplió. Don Marco Antonio Navarro, que presentó este caso en el Congreso de la Universidad de Navarra, explicó que la Comisión había pedido también, a raíz de este caso, que se incluyera la discriminación por orientación en la Convención interamericana sobre derechos humanos, sin contar con los Estados firmantes.
También se dijo:
«La ideología de género no es un fenómeno aislado, sino una de las principales manifestaciones antropológicas de una revolución cultural larga y compleja que llevó a Occidente de la modernidad a la posmodernidad. La jerga de género es parte de un nuevo lenguaje global que presenta una nueva ética. Definir el género con claridad sería contrario a la nueva ética del derecho a elegir. Las personas de bien se pueden identificar con los paradigmas de la nueva ética, bajo el riesgo de enredarse con esa ideología». Marguerite Peeters (Institute for Intercultural Dialogue Dynamics, Bélgica).
- «Las funciones sociales, en algunos casos, dependen totalmente del sexo biológico, pero en otros muchos pueden ser intercambiables. Varón y mujer deben estar simultáneamente presentes en la esfera de lo privado y de lo público. La presencia de la mujer no ha de ser sólo por motivos económicos, sino para aportar» las características que la hacen distinta al varón. «Igualmente, es necesaria una mayor presencia del varón en los asuntos domésticos». María Elósegui (Universidad de Zaragoza).
- «Julián Marías explica [la dualidad de los sexos] con el ejemplo de las manos: si no hubiera más que manos izquierdas, no serían izquierdas, sino solamente manos. Esta observación es oportuna porque pone de relieve que no toda relación es necesariamente antagónica, en el sentido de que la afirmación de uno niegue al otro. En ésta, un término es la condición de posibilidad del otro. Ser varón es estar referido a la mujer, y ser mujer, estar referida al varón». Blanca Castilla de Cortázar (Universidad Internacional de La Rioja).
- «El objetivo de la ideología de género es convertir en derechos humanos unas pretensiones que encuentran su base en la atracción sexual, en todo lo que deriva de sentimientos o apetencias; que genere en los demás la obligación de respetar y que se facilite. En la ONU, por la diversidad de los países, se frena en los órganos decisorios, pero se introduce a través de relatores, informes y organismos menores». José Justo Megías (Universidad de Cádiz).
- Tras la aprobación del matrimonio homosexual, «en Canadá al menos, los mormones y los musulmanes polígamos, y los hogares poliamori [más de dos personas con relaciones íntimas simultáneas] están reclamando tolerancia y reconocimiento estatal. Si no hay razón para que el matrimonio sea la unión integral [unida a la posibilidad de procreación] de un hombre y una mujer, ¿por qué insistir en las normas de exclusividad y permanencia, que buscan la estabilidad de los hijos?» Bradley Miller (Universidad de Ontario Oeste, Canadá).
- «Las mujeres que han abortado tienen el riesgo de sufrir 15 trastornos psiquiátricos con más frecuencia que las que han tenido el hijo y las que han tenido un aborto espontáneo. Los datos mundiales indican que más del 70% del suicidio femenino (que es muy raro) se da en mujeres que han abortado voluntariamente». Natalia López Moratalla (Universidad de Navarra).
- «Cualquier forma de absolutización subjetivista del yo es realmente mortal: en el ámbito familiar se transforma en opción por la esterilidad voluntaria; en el campo económico, en capitalismo salvaje; en el campo étnico, racismo; en el campo religioso, fundamentalismo; en el campo bioético, gestión privada del cuerpo (aborto, eutanasia, manipulación genética); y en el campo antropológico, negación de lo dado sexualmente». Francesco D´Agostino (Universidad de Tor Vergata, Italia).

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