“Los abuelos, con mucho amor, educan a sus nietos y forjan a los futuros ciudadanos”, Salvador Sostres (El Mundo)
Abuelos, Firmas de lingüistas/escritores mayo 18th, 2012«Como consecuencia de la propaganda relativista vivimos de un modo cínico y destructivo»
SOSTRES, Salvador, (2012), “Vuelven los abuelos”, El Mundo, 17/05/2012.
«De entre las pocas buenas noticias que hoy se pueden dar, destaca por encima de todas que los niños que nacieron en estos tiempos tan inciertos tendrán la inmensa fortuna de haber recuperado a sus abuelos, de crecer con sus enseñanzas y con su dulzura, y de tener su referencia sólida y pletórica en un mundo en que todo decae y se desmorona.»
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«ALGO ha cambiado en el parque desde principios de año. Ya no soy el único padre que pasea y juega con su hija y cada vez hay menos sudamericanas o filipinas. Han vuelto los abuelos, los abuelos a hacer de abuelos y a jugar con sus nietos mientras los padres trabajan o buscan trabajo…
El obispo de Alcalá, monseñor Reig Pla, lo dijo en su homilía: como consecuencia de la propaganda relativista vivimos de un modo cínico y destructivo, hemos roto de un modo atroz los vínculos y la familia ha quedado hasta tal punto arrinconada que mandamos a los abuelos a la residencia para dejar a nuestros hijos en manos de una extraña durante la mayor parte del día.
La crisis es moral y sus soluciones son por lo tanto morales. Muchos matrimonios que han visto como uno de los dos perdía el empleo han rescatado a los abuelos de la residencia y han prescindido de la doméstica. Doble ahorro económico e incalculable ganancia afectiva para los hijos/nietos. La mayoría de los abuelos españoles estaban mucho más desplazados que impedidos y ahora vuelven con su ternura y con su experiencia a hacer lo que mejor saben hacer, y que ellos hacen mejor que nadie; y vuelven ellos mismos a florecer, cuando ya nada esperaban personalmente exaltante, a través de sentirse útiles y de la alegría de sus nietos. Son muy distintas las mañanas en el parque. Antes las chachas hablaban entre ellas y los niños correteaban sin orden ni concierto. Mocos secos en la cara, biberones por el suelo con más arena que agua, intolerables bolsas de denigrantes chucherías, dejadez y caos, infantiles peleas en las que nadie mediaba. Ahora los abuelos se implican en los juegos de sus nietos y el perfecto aseo de cada uno de ellos se da absolutamente por descontado. No les permiten comer ni fuera de horas ni mucho menos porquerías, y les reconducen convenientemente cuando quieren hacer algo que no procede. Si en los columpios hay otro niño que espera, los abuelos explican a su nieto que hay que bajarse de la atracción para que todos puedan disfrutar de ella. Primeras lecciones fundamentales, primeras enseñanzas básicas. Se puede ver el contraste: las asistentas que todavía quedan hablan por teléfono como si hubieran salido a pasear al perro mientras los abuelos, con mucho amor, educan a sus nietos y forjan a los futuros ciudadanos.
De entre las pocas buenas noticias que hoy se pueden dar, destaca por encima de todas que los niños que nacieron en estos tiempos tan inciertos tendrán la inmensa fortuna de haber recuperado a sus abuelos, de crecer con sus enseñanzas y con su dulzura, y de tener su referencia sólida y pletórica en un mundo en que todo decae y se desmorona.»
Enlaces: http://e-pesimo.blogspot.com.es/2012/05/firmas-david-gistau-secondat-jl.html
mayo 23rd, 2012 at 16:17
Genial, en total acuerdo.